Despensa Solidaria considera una tarea imprescindible en la educación de los niños y jóvenes, transmitirles valores de solidaridad. Para ello se puso en marcha un proyecto de concienciación solidaria que se desarrolla en centros docentes con la pretensión de informar y sensibilizar a los niños y los jóvenes de la realidad social que nos rodea.
El proyecto está coordinado por María Soler, voluntaria de Despensa Solidaria y con una larga carrera profesional en la enseñanza. Ahora que dispone de tiempo, María pone al servicio de la sociedad su experiencia y su buen hacer en esta tarea, haciendo como ella misma dice “lo que mejor sabe hacer”, enseñar, y lo consigue.
El programa se va adecuando al grupo al que se va a presentar teniendo en cuenta sobre todo la edad, para conseguir que calen los conceptos que se intentan transmitir.
Despensa Solidaria se ha propuesto transmitirles la necesidad de implicarse y seguir desarrollando actividades como las que realiza la asociación para colaborar con ello a que se cubran las necesidades básicas de alimentación y conseguir así una sociedad en la que nadie se sienta excluido.
Los objetivos del proyecto son la concienciación, la solidaridad y la participación activa.
Concienciación
A través de charlas se intenta “hacerles visible lo que parece invisible, la pobreza” que, aún estando próxima, nos pasa inadvertida, intentando, a través del debate, llegar a conclusiones sobre las causas que la motivan.
Solidaridad
Se explica la labor de Despensa Solidaria abundando en el mensaje de que es necesaria la colaboración de todos para conseguir que se cubran las necesidades de las personas en riesgo de exclusión social.
Participación activa
Se potencia el mensaje de que todos podemos hacer algo para intentar paliar las situaciones de extrema necesidad que sufren muchas personas llevándose a cabo campañas de recogida de alimentos.
La charla se complementa con la proyección de un video que narra la historia real de una niña cuya familia está en una situación difícil y está siendo ayudada por nuestra organización. Los niños y los jóvenes empatizan rápidamente con ese personaje al que consideran muy cercano y comprenden con muchísima facilidad la realidad que vive.
Estas charlas siempre están llenas de anécdotas que sólo los niños con su maravillosa sinceridad e inocencia pueden provocar.
De entre los más pequeños hay quien se brinda a recorrer el mundo con nosotros para darles comida a los niños que pasan hambre y nos ofrecen incluso su propio desayuno para que se lo hagamos llegar. Los jóvenes de cursos ya más adelantados debaten sobre las que ellos consideran las causas de la situación actual y cómo se podría solucionar, o sobre cuáles son las cosas que consideran prescindibles si ellos mismos vivieran momentos de necesidad o de la humillación que las personas afectadas sienten al tener que pedir ayuda para cubrir sus necesidades más básicas.
Precisamente al finalizar una charla reciente en un IES, cuando todos sus compañeros ya se habían marchado se acercó una alumna para contarnos que su situación familiar era exactamente como la habíamos explicado, que no tenían recursos económicos porque sus padres habían perdido el empleo ni tampoco percibían ningún tipo de prestación y que era real el sentimiento de humillación que habíamos descrito que sus padres e incluso ella misma sentían cuando recibían ayudas de los propios vecinos para poder comer.
Estas situaciones críticas son tan reales como próximas y todos podemos vernos afectados por ellas.
Si estás interesado en que llevemos nuestro proyecto de concienciación solidaria a tu centro docente ponte en contacto con Despensa Solidaria.